CORAZÓN
Su posición central en el cuerpo humano otorga al corazón el privilegio de absorber o concentran en la imaginación popular la idea de otros dos puntos fundamentales: el cerebro y el sexo.
El corazón, situado entre ambos, viene a ser, en general, el símbolo del sentimiento, del amor, del coraje.
Así, se ha considerado desde siempre como la fuente de la comprensión, el amor, el valor, el dolor o la alegría.
Multitud de frases y expresiones familiares -no solamente hechas, sino improvisadas de continuo- lo conforman a cada paso.
En un aspecto amplísimo -religioso y profano- el corazón es un símbolo universal de amor: ya de caridad cristiana o de amor al prójimo, ya de amor humano o de sentimiento amoroso, porque amar es un impulso hacia un objeto que es centro de todas las inclinaciones del que ama, y el corazón es como el centro o la palanca que impulsa el motor humano.
El corazón atravesado por una flecha es atributo de Eros o Cupido, dios mitológico del amor.
En lo religioso, el corazón inflamado aparece coronado de llamas y sirve e motivo ornamental.
Suele colocarse un corazón inflamado entre las manos de las figuras pintadas o esculpidas para simbolizar el amor de Dios.
La introducción del corazón inflamado se debe a la Compañía de Jesús, que ha inspirado la imagen del Sagrado Corazón: el que pudiéramos denominar "estilo jesuita" representa con frecuencia a Jesucristo, abriéndose las vestiduras para mostrar en medio del pecho un enorme corazón inflamado.
También en el arte religioso y, de modo general, el corazón humano llevado por un santo simboliza el amor y la piedad; si llamea, sugiere un gran fervor piadoso; y si esta atravesado por una flecha, expresa devoción, contrición o arrepentimiento.
Recientemente, ha diseñado Dalí algunas joyas tomando por símbolo el corazón; una la titulada "El corazón de granada" -de oro, diamante y rubíes-, donde el rojo fruto de la granada, multicelular, late con vida; otra "El corazón real", un corazón de oro en pepitas, en el que aparece encajado un latente corazón de rubíes que representan a la reina, cuyo corazón late constantemente por su pueblo.
Por otra parte, este corazón de oro virgen simboliza al pueblo que ampara y protege a su soberana.
Otra de estas joyas, "El corazón del panal de miel", esta engarzada de rubíes, diamantes y un panal de oro, porque, según Dalí, "hay una pizquita de dulzura en todo corazón de mujer".
J.A.P. Rioja.