XILOMANCIA
El pueblo chino, de suyo muy concentrado, deduce presagios de cualquier cosa, aun cuando en absoluto le falten motivos para ello.
Prueba inconclusa la Xilomancia.
Consiste en observar la disposición del ramaje del primer árbol que encuentran a su paso, y ver si están muy enmarañado, si son sus ramas muy torcidas o muy rectas, y si tiene o deja de tener muchas yemecillas.
Con estos elementos constituyen su arte adivinatorio, y cualquiera es capaz de imaginar hasta donde les conduce su fantasía, la loca de la casa, como dijo muy acertadamente el filósofo.
Si no tropiezan con ningún árbol, pero si con astillas o ramitas, ya tienen también bastante para construir un edificio inductivo y deductivo.
Claro está que en esta ocasión no pueden ser los mismos los elementos, y en sustitución del embrollo del ramaje, está lo perfilado o irregular del corte; en sustitución de lo recto o de lo torcido de las ramas el que las astillas o palitroques vengan en punta al norte o al este; y en sustitución en fin, de las remecillas, el que sean más o menos nudosas.
Lo capital es querer, que queriendo, todo se sustituye, todo se remedia.
Laus Deo