RITUAL 2009
Debemos poner todo nuestro esfuerzo, pensar en un objetivo claro y dar por hecho que el resultado va a ser el que deseamos.
El objetivo principal en este ritual es que el año entrante sea mejor que el saliente.
Es por tanto un ritual de afirmación, con el que queremos potenciar y avanzar hacia algo mejor en todos los sentidos.
Ingredientes:
Cuatro velas
(blanca, verde, plata y rosa y el altar (soporte donde vamos a colocarlas).
El color de las velas es importante porque encierra toda una simbología que hay que conocer.
La vela blanca simboliza la limpieza y la purificación.
Con ella eliminamos todo lo negativo que nos rodea y ayudamos a que el Año Nuevo sea un período limpio y esté libre de los malos augurios.
Vela verde, esta simboliza la Esperanza de futuro.
La vela plateada nos indican la transición de un metal precioso (la plata). Simboliza el paso hacia algo mejor.
La vela rosa la utilizamos para potenciar esa transición.
Procedimiento:
Este ritual debe comenzarse aproximadamente dos horas antes de que se acabe el año (encendido de las velas) y terminarlo diez minutos después de traspasar la barrera del Año Nuevo (momento en el que se apagan las velas).
Esa noche colocaremos el altar en un lugar adecuado y firme.
Algo mágico ocurre
Lentamente vamos distribuyendo cada vela en su lugar correcto.
La vela blanca en el centro de la parte superior del altar, la plateada en el lado izquierdo, la verde a la derecha y la rosa en la parte de abajo.
Nos reunimos alrededor del altar con nuestra familia o con nuestros amigos, si es nuestro deseo, o permanecemos en soledad si no nos apetece compañía o no la tenemos.
Procedemos al encendido de las velas en el sentido de las agujas del reloj, primero la plateada, luego la blanca, después la verde y por último la rosa.
Dirigimos nuestros pensamientos hacia el objetivo que queremos conseguir procurando no distraernos en otras reflexiones, expresamos verbalmente nuestras aspiraciones para el Año Nuevo.
Luego nos imaginamos que ya lo hemos conseguido.
Visualizamos sin temor que nuestros deseos se han cumplido.
Se respira una atmósfera de paz.
Algo mágico está ocurriendo, tu fuerza mental, ayudada por el fuego, camina hacia un desenlace favorable, lo estás viendo, lo estás sintiendo, lo estás descubriendo.
Pasados diez minutos apagamos las velas sin soplar sobre ellas.
Y ahora sí, ya podemos desear a todos un próspero Año Nuevo.
¡Feliz Año Nuevo!