LOS DRUIDAS
Los druidas constituían la élite intelectual de los celtas: Dirigían los sacrificios públicos y privados, regulaban las prácticas religiosas, los jóvenes se instruían cerca ellos...
Eran los druidas los que resolvían casi todos los conflictos entre estados o entre individuos.
También eran los jueces, los administradores,...
A un individuo o un pueblo que no se sometiera a sus decisiones, se le prohibía los sacrificios, lo cual era la pena más grave que un celta podía recibir.
Los que recibían este castigo, eran impíos y criminales, la gente no se acercaba a ellos, no quería ningún tipo de contacto con ellos,...
Todos estos druidas obedecen a un jefe único, que goza entre ellos de una gran autoridad.
A su muerte, si uno de ellos se distingue por un mérito fuera de lo común, éste le sucede.
Cada año, a fecha fija, los druidas asistían a un lugar consagrado, en el bosque de los Carnutes, que se suponía era el centro de la Galia.
Los druidas no van a la guerra y no pagan impuestos como los demás: Además, están exentos de hacer el servicio militar y de toda carga.
Se cree que los Druidas se aprendían de memoria muchísimos versos. De hecho, éstos creían que la religión no permitía confiar a la escritura las materias de sus enseñanzas.
Para todo lo demás, para las cuentas públicas y privadas, utilizaban el alfabeto griego.
Actualmente sólo conocemos a un druida por su nombre: El druida Diviciacos, protagonista de la Guerra de las Galias.
Cicerón lo habría conocido en Roma y menciona su cualidad de druida que, de otro modo , nos habría quedado desconocida.