LA CHICA “LIBRA”
Una vez un niño me hizo una pregunta que no era
fácil de responder. Quería saber por que las señoras se ponen pantalones y los
hombres usan agua de colonia gratamente fragante. Con mi típico estilo Aries,
le tranquilicé con una respuesta impulsiva. “Mira -le dije rápidamente, antes
de que se le ocurrieran mas interrogantes fastidiosos-, eso es porque en cada
hombre hay un poquito de mujer, y en cada mujer un poquito de hombre. Ahora,
vamos a jugar a las damas”.
Retrospectivamente, me enorgullezco bastante de mi
instantánea sabiduría marciana. La afirmación es válida hasta cierto punto para
todos los signos solares, y superválida para Libra. En el más viril y recio de
los varones Libra encontrarás algún rasgo del sexo opuesto, y la misma
jugarreta le hace Venus a sus compañeras femeninas.
Libra puede ser tan delicada como un vaporoso
conejito blanco, y su voz un dulce susurro persuasivo. Puede vestirse con sedas
y encajes, y llevar el pelo fragante de colonia. Hasta puede parecerte una
muñequita que podrías levantar con una mano (aunque un ascendente Tauro o
Sagitario la haría bastante mas pesada). Pero con toda su feminidad, la dulzura
de sus modales y el encanto de su gracia, esta muchacha se encuentra
sorprendentemente cómoda usando pantalones, y le caen perfectamente. Sus
procesos mentales siguen una lógica masculina y, en cualquier discusión que se
te ocurra emprender, pueden estar a la altura de los tuyos, y hasta superarlos
ocasionalmente... aunque el aspecto femenino de Libra es, generalmente,
demasiado astuto para permitir que te des cuenta de eso hasta no haber pasado
sana y salva la meta de la luna de miel. Durante la estación de conquista Libra
se cuidará muy bien de ganarte una partida de ajedrez, pero no se pasará la vida
manteniendo su agudeza mental oculta tras los graciosos hoyuelos. En algún
momento te verás enfrentado con el despliegue de su potencia cerebral.
La mayoría de las mujeres Libra sacarán a relucir
su ingenio tan pronto como se presente un tema que ofrezca la menor posibilidad
de discusión. Puede ser cualquier cosa: por que no debes usar cuello con botón,
o que es lo que pasa para que no te asciendan en el trabajo. (Respecto a esto
último, ella pensará que es en parte por culpa tuya, y en parte de tu jefe. Con
Libra, cualquier cosa termina siendo seis de un lado y media docena del otro,
de modo que todo resulte igualado.) Si te niegas a morder el anzuelo, ella
discutirá consigo misma. Una chica Libra es capaz de empezar sola un altercado,
de seguirlo sola y terminarlo sola, majestuosamente. Es posible que tu única
contribución sea un “pero, ¿por qué?” o “a mi no me lo parece”, pero en
ocasiones es todo lo que ella necesita para lanzarse a un brillante monólogo
que puede durar una hora, o mas. Mientras dure, sin embargo, es probable que tú
te sientas inundado por su encanto. Cada tres frases, mas o menos, se encenderá
esa deliciosa sonrisa, insoportablemente, hasta que termines cambiando de
opinión con tan poco esfuerzo como ella cambia de sexo al asumir las prerrogativas
del hombre para después convertirse de nuevo en una conejita mimosa. Te
convencerá con lógica, pura y clara, sin que tú pierdas mucho, a no ser tu
orgullo, que tampoco echaras demasiado de menos, bajo el hechizo de esa
fascinante sonrisa. Y por lo general tiene razón, porque sus decisiones son tan
cuidadosamente sopesadas como las del Tribunal Supremo. Las mujeres Libra no
necesitan que se las empuje mucho para poner en marcha una comparación verbal
entre dos puntos de vista cualesquiera. Una temporada de actividad política le
dará montones de oportunidades para aguzar su retórica y pulir su talento
discursivo. Es muy capaz de trabajar en política, una vez que haya decidido que
partido y que candidato la convencen.
Aparte esa tendencia típica de su signo a pesarlo
todo dos veces para estar segura de no equivocarse, puede ser una mujer
estupenda para un hombre que se sienta atraído por el amor, el compañerismo, o
ambas cosas. Su tendencia a discutir se basa en un sincero deseo de llegar a
una decisión imparcial. Podría ser peor. Por lo menos, no va estableciendo
sobre la marcha sus propias reglas, ni se resiste obstinadamente a todo
razonamiento, como las mujeres nacidas bajo otros signos solares. Además, la
mayoría de sus opiniones van formuladas con un tacto diplomático que en alguna
medida suaviza el golpe.
Libra: Bueno, todo depende, si uno quiere hacer lo
que es correcto, hay que tener tarjetas. Como gesto es encantador. Por otra
parte, en nuestros tiempos podría parecer rebuscado usarlas, y una mujer
moderna está demasiado ocupada para preocuparse por esas cosas. Claro que hay
que considerar las razones que hay tras la costumbre. Y además, hay gente para
quien las tarjetas son un lujo; si constituyen una carga para el presupuesto,
no son necesarias. Sin embargo, si uno lo mira desde otro ángulo, no se puede
dejar de pensar que en nuestro ritmo frenético actual faltan la belleza y la
gracia del ayer, así que podría ser un dinero bien gastado. Y claro que tienen
que ser impresas, aunque también algo diferente podría reflejar la personalidad
individual. Una persona creativa podría diseñar sus propias tarjetas... pero la
gente muy sociable podría interpretar mal esas tarjetas tan individualistas.
Quiero decir que a los Rockefeller no les parecería bien. Pero, si uno lo
piensa, ¿quien va a visitar a los Rockefeller? A los amigos de uno les encantaría
que uno fuera original, pero es probable, que una impresión simple sea más
aceptable. Por lo menos es lo que a mi me parece. Pero claro que...
Ahora, cuando ya ha examinado todos los pros y los
contras, frunce un poco el ceño, esforzándose por elegir entre sus propios
argumentos para llegar a una decisión firme y válida. Ya ves que lo único que
se puede decir de Libra es que es justa y que procura llegar en todo a un
juicio equilibrado. Es posible que te aburran un poco sus digresiones sobre
temas tan mundanos como las tarjetas de visita, pero cuando se trate de algo
que realmente importa, apreciarás sinceramente sus esfuerzos por ser justa y su
capacidad de dar un juicio correcto después de haber sopesado todos los
factores. Otras mujeres pueden dar cualquier opinión que no refleja más que su
naturaleza individual, y tampoco les importa mucho lo que pienses tú o la
exactitud de la respuesta. Para una mujer Libra, eso de que lo que ella piensa
es lo que está bien, no es válido. Tu opinión es tan digna de respeto como la
de ella y la de Platón, mientras no se tome una decisión, tras haber llegado a
la conclusión de las imperfecciones de los argumentos de ella, de los tuyos y
de los de todos los filósofos.
La mayoría de las chicas Venus trabajan antes y después
de casarse. Buscan el dinero por las cosas bellas que con el se pueden comprar.
Las aves de Libra necesitan montones de hermosas plumas para su suntuoso nido.
Les gusta la ropa buena, los perfumes caros, la música clásica y... ¿no había
dicho alguien que Libra era masculina? Si, yo. Es un aspecto de ella. Pero
cuando la veas con esos peinados tan bonitos, apenas si advertirás que es tan
cabeza dura. Las mujeres Libra necesitan grandes sumas de dinero, sobre todo
para poder alejarse de la sordidez y la fealdad de ambientes discordantes, que
de hecho pueden llegar a hacerles caer enfermas, emocional y físicamente. Pero
hay otra razón para que trabajen, otra razón para que Libra quiera dinero: su
hombre. Si hay una cosa que Libra atesora por encima de todas en este mundo
temporal, es el hombre a quien decidió amar, honrar y domesticar.
No puede jugar sola y, tanto en los negocios como
en el amor, las sociedades constituyen su mas autentica necesidad. No le gusta
trabajar sola, y es literalmente incapaz de vivir sola. Cuando visitan a un
astrólogo, a las mujeres Libra no les interesan, realmente, más que dos
preguntas: Si no es una, es siempre la otra. Ya sea “¿Cuándo conoceré a alguien
a quien realmente ame?”, o bien “¿Cuándo encontraré a alguien con quien
establecer un negocio?”. Para ella el matrimonio es una empresa conjunta, y las
reglas son casi tan estrictas como las de una organización corporativa. Tú eres
el presidente de la asociación y recibes los honores de tal. Ella es la
presidenta del Consejo de Administración, la que a su manera, femenina y
protectora, impedirá que tú cometas errores. Su naturaleza está hecha para el
trabajo en equipo, y querrá participar en la mayor cantidad de intereses y
actividades tuyos que le sea posible. De buen grado abrirá su casa a los
invitados de su marido, y es lo bastante femenina como para seguirle cuando él
decida cambiar su profesión, mudarse de ciudad o cultivar nuevos amigos. Todo
eso es especialidad de ella, que está ahí para allanar el camino y asegurarse de
que el no lo eche todo a rodar con alguna acción impulsiva o un juicio mal
meditado.
Realmente, tendrás que darle crédito. La mujer
típica de Libra no tiene deseo alguno de ser una piedra al cuello de su marido;
más bien desea apartarle las piedras del camino. No es, ni con mucho, tan
dominante en la superficie como lo es por dentro, porque lo último que puede
querer Libra es formular una serie de afirmaciones de las cuales tú pudieras
hacerla responsable mas adelante. En la mayoría de los casos, pisará con
suavidad (a menos que tenga ascendente Aries... y si te metes con una mujer que
tenga una doble influencia cardinal como esa en su carta, vas a tener muchos
problemas).
Por término medio, las mujeres de Libra son muy
intelectuales y están dotadas de sorprendente poder para el análisis, que te
puede ser realmente útil para ayudarte a resolver problemas de negocios. Libra
rara vez deja que sus emociones le impidan llegar a una decisión desapasionada
o a un punto de vista equilibrado, y por lo general podrá asesorarte mejor que
tu banquero. Naturalmente, su capacidad en esos aspectos puede llevarla a
suplir a muchos, y no solo eso, sino que si es una muchacha típica de Venus
ofrecerá las perlas de su sabiduría en la bandeja de plata de su encanto y de su
amabilidad para la sugerencia. Su mano de hierro calza leve guante de
terciopelo, y es tan suave el codazo con que puede apartarte del mal camino
para reencauzarte por el bueno que podrías jurar que el cambio fue idea tuya.
Normalmente, un hombre Aries, Escorpio, Leo o Tauro levantará un pedestal a su
mujer Libra, para adorarla. Y no hace mas que justicia, porque ella también le
adora. Las visitas que lleguen al nido de amor de una joven Libra felizmente
casada tendrán la sensación de encontrarse frente a Adán y Eva, antes de que se
les apareciera la serpiente, y lo estropeara todo. (Dos personas Libra, si se
casan, se convertirán invariablemente en arrullantes palomas o en adversarios
que se muestran los dientes. Se irán a un extremo o al otro ya sea en forma
permanente o alternada.)
Son muchas las gratificaciones que se derivan de la
convivencia con una mujer Libra. Jamás te abrirá las cartas, porque simplemente
no se le ocurriría semejante vileza. Jamás revelará tus secretos comerciales a
los amigos ni te pondrá en situación incómoda en presencia de tu jefe. Es
posible que su encanto lo someta a él también, con esa misma sonrisa que le
sirvió para derretir tu corazón la primera vez que la viste. Hay algunas
mujeres Libra, con posiciones desfavorables de Marte, que en ocasiones pueden
permitirse excesos emocionales, o bien comer y beber mas de lo que les
conviene, pero son muy, muy escasas. Aunque alguna que otra vez una de ellas
pueda dar un traspié con su balanza, tarde o temprano volverá graciosamente a su
estado normal de celeste armonía. Habrá momentos en que te preguntarás si es un
ángel o un demonio, pero lo mas frecuente es que sean los ángeles quienes
juegan de su lado.
Probablemente, no te quejarás por falta de
demostraciones físicas de su amor, porque es tan sentimental como el encaje
antiguo, y tan afectuosa como tiene derecho a serlo cualquier mujer. Aunque sus
mimos y arrullos sean sinceros, esas miradas dulces, la ternura de la caricia,
el abrazo cálido y la profusión de besos también son una cortina de humo
bastante efectiva para su oculta tendencia masculina. No hay ley que diga que
la sinceridad no pueda tener aplicación práctica.
Es posible que tu hogar parezca uno de esos
anuncios de las revistas, con un alfombrado de pared a pared. Los colores
estarán armonizados y los muebles serán de buen gusto. Los cuadros colgarán
derechos, y generalmente las comidas se servirán a la hora en punto. Con la
mayoría de las chicas de Venus puedes contar también con: servilletas de hilo,
platería sellada, velas encendidas, vino, buena música y un menú equilibrado.
Si tienes en cuenta la claridad de su mente y lo chispeante de su ingenio,
realmente no puedes pedir mucho más. Para Libra, ser mujer es una especie de
trabajo de dedicación exclusiva y dura toda la vida, y en algún momento
alcanzará la perfección. Será raro que ese aspecto masculino de su voluntad te
resulte molesto, a menos que seas uno de esos machos imposibles que quieren
andar por ahí gritando como el rey Enrique VIII, y que esperes que las mujeres
de tu vida se conduzcan como consortes obedientes y temerosas de perder la
cabeza si se les ocurre decir algo mas que “sí” o “no”. Tu cónyuge Libra,
decididamente, dirá algo más que “sí” o “no”, porque le gusta hablar. Pero
también sabrá halagarte escuchándote, cuando tengas necesidad de un público
bien dispuesto. Es a la vez dulce y fuerte, y no son muchas las mujeres que
pueden hacer con éxito un número de tan delicado equilibrio.
La suavidad de sus modales y su serena capacidad
para refrescarte la frente con calentura pueden hacerte pensar que Libra es
débil y desvalida, o que se mostrará temblorosa y femenina en momentos de
crisis. En ese caso te equivocas de medio a medio. En la composición de su
delicada feminidad entran nueve partes de acero. El hecho de que el detalle se
te haya escapado cuando ella, valiente y astuta, se esforzaba por hacerte
morder el anzuelo durante aquellas primeras partidas de ajedrez en que siempre
se dejaba ganar, no es motivo para que sigas toda la vida ciego. La próxima vez
que se produzca una situación de emergencia en la familia, abre bien los ojos y
ya verás quien es la que mantiene la estabilidad del barco. En realidad, quiero
decir. No es necesario que la verdad te despoje de tu hombría. Nadie más que tú
sabrá cuanto necesitas la ayuda de su mano en el timón, cuando las cosas se
ponen difíciles. Ella jamás se jactará de lo que hace ni te privará de nada, a
no ser de buena parte de la responsabilidad. Da gracias de que sea tan de fiar.
Además, ¿no está realmente guapa con sus pantalones, cuando se ocupa del jardín
o va al supermercado? Las mujeres con pantalones están muy bien, siempre y
cuando tengan la sensatez suficiente para ponerse organza y volados en las
fiestas, y sedas crujientes en la intimidad. Y ella la tiene. Una de sus
cualidades más valiosas es su capacidad de esconder su mentalidad rápida y
aguda tras una increíble feminidad.
Una madre Libra amará y cuidará tiernamente a sus
hijos, pero... ¿la verdad?, ellos irán después que tú. Son los socios minoritarios,
pero tú eres el presidente de la compañía, y eso es un hecho básico que Libra
jamás olvidará. Les dará un gran trozo de su corazón, pero jamás dejará que se
adueñen del rincón que te entregó a ti antes de que ellos llegaran. Si con sus
juegos perturban tu descanso, puede mostrarse muy estricta, y si te
desobedecieran se enojaría mas que si la desobedecen a ella. De pequeños, tus
hijos serán dulces y limpios, y pulcros y corteses de adultos... si es que tú
no los echas a perder, a lo que ella no se opondrá porque el dueño y señor eres
tú. No es más que otra de esas decisiones que posiblemente dejará en tus manos
para no correr ella el riesgo de equivocarse. Las madres Libra, generalmente
dulces, pueden ser firmes cuando es necesario. Nunca descuidarán a sus hijos ni
los ignorarán, pero la verdad es que si Libra decidió ser madre, fue ante todo
para darte a ti más felicidad. Una de las primeras cosas que les enseñará a
decir a los niños cuando aprendan sus oraciones será: “Dios bendiga a papá”.
Jamás permitirá que te falten al respeto, pero si tú te pones un poco demasiado
exigente ella les enjugará las lágrimas, y hasta les dará furtivamente un
caramelo cuando se te haya ido demasiado la mano.
Claro que si los dulces la tientan demasiado puede
ponerse gorda. También es posible que se demore mucho en una fiesta, o con una
botella de vino. Y habrá veces en que sea un poco mandona, y otras en que los
oídos se te cansen de oírla. Pero todas esas cosas sucederán únicamente cuando
su balanza emocional esté momentáneamente desequilibrada, y ya volverá a ocupar
el justo medio cuando el mal momento haya pasado. Salvo que alguien le apoye un
pie en alguno de los platillos, la balanza de Libra siempre termina por
equilibrarse. Si uno de los platillos baja un poquito, añade algo de afecto en
el otro, y ya subirá. Si el otro se inclina bajo el peso de una excesiva
tristeza, quítale un poco con tu comprensión y reencontrarás su hermosa
armonía.
¿Que otra mujer podría tener el porte de una
princesa cuando la llevas al baile y después, en un abrir y cerrar de ojos,
atarse las botas, ponerse el mono de leñador y ayudarte a cortar la leña para
el fuego? Le sobra gracia para lo primero y fuerza para lo segundo. Si a nadie
se le ha ocurrido componer una canción con el nombre de tu amada Libra, escribe
tú una melodía con tiempo de vals, bien ritmada, y dedícasela. Fortissimo.