ULISES…
Normalmente se le considera hijo de Laertes y de
Anticlea. Una leyenda relata como Odiseo nació en el monte Nérito de Ítaca,
durante una tormenta.
Los partidarios de esta versión dan explicación al
nombre de Odiseo con un juego de palabras en las que Odysseus significaría,
"Zeus llovió sobre el camino".
Otros creen que el padre de Odiseo realmente fue
Sísifo, debido a que Anticlea se unió a él, antes de sus esponsales con Laertes.
Esto ocurrió gracias al beneplácito de Autólico, que deseaba tener un nieto tan
sagaz como Sísifo. Este mito ofrece otra explicación al nombre de Odiseo, ya
que Odiseo se asemeja a odioso y Sísifo, debido a la astucia con la que
engañaba a dioses y a hombres, se había hecho odioso para muchos. En esta
versión, el héroe habría nacido en una ciudad de Beocia llamada Alacómenas, en
su recuerdo Odiseo puso este nombre a una población de Ítaca.
Algunas tradiciones lo consideran discípulo del
Centauro Quirón.
Participó con su abuelo Autólico en una cacería en
el monte Parnaso, en ella un jabalí le hirió dejándole una cicatriz gracias a
la cual fue reconocido a su regreso a Ítaca, tras la guerra Troyana.
Acudió a Mesenia como emisario para pedir una
compensación por unas ovejas que habían sido robadas.
En Lacedemonia es huésped de Ífito. Con él
intercambia regalos de buena voluntad. Odiseo le da una espada y una lanza e
Ífito, le entrega el arco con el que años más tarde Odiseo mata a los
pretendientes de Penélope, después de su regreso de Troya.
Durante un viaje a Éfira, Odiseo intenta que Ilo le
proporcione uno de sus famosos venenos para sus flechas. No lo consigue aquí, pero
sí en Tafos, donde le provee Anquíalo.
Una vez que Odiseo llega a la edad viril, Laertes
le entrega el trono de Ítaca. Nuestro héroe pasa a ser un soberano rico, justo,
hospitalario y respetuoso con los dioses, en especial con Zeus y Atenea. Esta
ultima será su constante bienhechora.
Como casi todos los caudillos griegos, Odiseo solicita
la mano de la bellísima Helena. Pero desanimado al ver la cantidad de
pretendientes, renunció a Helena en favor de una prima de esta, Penélope.
Deseoso de granjearse la amistad de Tindáreo,
aconsejó al rey que exigiese a los pretendientes que hiciesen un juramento en
virtud del cual todos se comprometían a respetar la elección de la novia y a
ayudar al novio contra quien se la disputase. Dándose cuenta Tindáreo, que este
juramento le pondría a salvo de la ira de los numerosos desdeñados, aceptó de
buen grado y en agradecimiento se le concedió la mano de Penélope. Finalmente
el Atrida Menelao fue el elegido por Helena.
La unión de Odiseo y Penélope dio como fruto a
Telémaco, que aún era un infante cuando corrió al noticia del la huida de
Helena con Paris a Troya, llevándose parte de los tesoros de Esparta.
Menelao y Palamedes recorrían Grecia reclutando,
para una expedición contra Troya, a los antiguos pretendientes de Helena,
ligados por el juramento ideado por Odiseo.
Odiseo disgustado con la idea de partir a la
guerra, puso en marcha un plan para que creyéndole loco, le dispensaran de
acudir a Troya. Todos los días el héroe araba la playa y plantaba sal en los
surcos. Pero Palamedes intuyendo la treta, puso al pequeño Telémaco delante del
arado. Odiseo desvió la trayectoria de arado para no herir al niño y así se
descubrió su artimaña.
A partir de entonces participó de forma activa
en los preparativos de la expedición. Actuó como emisario reclutando más
caudillos griegos. Acompañó a Menelao a Delfos para consultar el oráculo.
También fue a Troya como embajador solicitando la devolución de Helena y los
tesoros robados.
En Delfos el oráculo había predicho que la ciudad
no seria tomada sin Aquiles. Pero Tetis, la madre de Aquiles, sabedora de que
su hijo no regresaría de esta guerra, había ocultado al muchacho disfrazado de
mujer con el nombre de Pirra, en la corte del rey Licomedes. Durante su
estancia, Aquiles engendró junto a Deidamía, a Pirro, que más tarde fue llamado
Neoptólemo.
Para descubrir a Aquiles, Odiseo se disfrazó de
mercader y entró en los aposentos de las doncellas. Mientras las muchachas
revolvían las telas, Aquiles se fijó en las armas, con lo cual descubrió su
verdadera personalidad.
Una vez reunido el contingente aqueo bajo el mando
supremo de Agamenón, hubo una primera expedición que desembarcó en Misia. Las
razones del desembarco pudieron ser que los aqueos no conocían el camino a
Troya o que deseaban destruir a los misios, posibles aliados de los troyanos.
El caso es que los misios con Télefo a la cabeza, infligieron un grave daño en
las filas aqueas y el desastre pudo haber sido total si Aquiles no hubiese
herido en un muslo a Télefo. Al abandonar las costas misias, una tormenta
desperdigó las fuerzas griegas que quedaban.
Tras la fallida expedición, ocho años más tarde los
griegos reunieron un nuevo ejercito en el puerto de Áulide. Allí acudió Télefo,
cuya herida no curaba, para pedir ayuda pues un oráculo le había revelado que
la herida solo la curaría lo que la había herido. Fue Odiseo quien interpretó
que era la lanza que le infligió la herida, y no el propio Aquiles, quien podía
curarle. Una vez sanado, Télefo les indicó el camino de Troya.
Durante el trayecto Odiseo, con o sin la ayuda de
Diomedes, según las distintas versiones, mata al rey Filomelides de Lesbos.
En una escala que hicieron en Lemnos, Odiseo y
Aquiles se enzarzan en una disputa. Agamenón toma la riña como un buen
presagio, pues el oráculo había predicho que Troya caería cuando la discordia
apareciese en tropas aqueas.
Antes de desembarcar en tierras troyanas, los
aqueos aún enviaron otra embajada desde Ténedos solicitando la devolución de
Helena, junto a los tesoros que ella y Paris se habían llevado de Esparta.
Lejos de atender la petición, Menelao y Odiseo tuvieron que salir huyendo, pues
Antímaco, sobornado por Paris excitó al pueblo contra la embajada aquea.
Si pudieron salvarse, fue solo debido a la
intervención de Antenor.
Después de este episodio, la guerra fue ya
inevitable.