CRISTO DE LA EXPIRACION
(EL CACHORRO) DE TRIANA (SEVILLA)
Vivió en Triana un gitano,
de los llamados castellanos nuevos, apodado "Cachorro", quien
atravesando cada día el puente de barcas, junto al castillo de San Jorge,
llegaba a Sevilla.
Un payo residente en la ciudad vino a sospechar de este
hombre, pensando que su visita no era por otro motivo que el de cometer
adulterio con su propia esposa.
Los celos llegaron a tales extremos que, cierto
día, sabedor de la visita cierta del gitano a la venta Vela, lo esperó oculto.
No hizo mas que llegar, ajeno a la suerte q iba a correr, mientras sacaba agua
del pozo que junto a la referida venta existía, le fue asestada siete puñaladas
que le ocasionaron la muerte.
Se asegura que el escultor de la imagen del Cristo
de la Expiración estuvo presente en el suceso y que tuvo oportunidad de
presenciar la agonía del gitano Cachorro.
Captó con la mirada el rostro de
aquel moribundo en el instante de su muerte e hizo suya la expresión terrible
que plasmó con toda naturalidad en la obra que en esos días estaba
realizando.
La leyenda vino a completarse con la investigación llevada a cabo
por la justicia en la que al fin se conoció la verdad.
En efecto el gitano
Cachorro visitaba cada dia a una mujer, aunque resultó que esta dama era en
realidad su propia hermana bastarda.
El gitano, en el intento de mantener el
secreto por temor a perjudicarla, dado su origen, había sido descubierto y
acusado de aquellas erróneas intenciones