Fue ampliamente utilizado como amuleto religioso
durante la era vikinga, ya que representaba al temible y poderoso dios del
Trueno.
Generalmente se fabricaba en plata y se usaba
colgando del cuello.
No obstante, en las diversas excavaciones que realizaron
los arqueólogos escandinavos, encontraron este amuleto realizado sobre los más
diversos materiales: hierro, oro e, incluso, ámbar.
En cuanto a su forma, los hay tanto muy elaborados,
llenos de adornos, como muy simples.
La creencia es que, con su poderoso martillo, Thor
aparta las fuerzas del mal que pudieran rodear a quien porte este amuleto. Se
usa para protegerse de las energías negativas, de la envidia y de
todo mal que otra persona pudiera desearnos.
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