(Leyenda de la Nación Cree de Canadá)
-Una araña tejía tranquilamente su telaraña en su propio espacio.
Estaba al lado del espacio donde dormía Kookum, la abuela.
Cada día, Kookum miraba como trabajaba la araña, hilando silenciosamente.
Un dia mientras la miraba, entró su nieto.
-Kookum- ¡¡ya!! Gritó mirando a la araña.
Se dirigió a donde estaba, se quitó el zapato y se disponía a golpearla.
-¡No Keeqwa! -susurro la mujer- ¡No le hagas daño!
Kookum, ?Porque proteges a la araña? -pregunto el niño-
La abuela sonrió, pero no contesto.
Cuando el niño se marcho, la araña se dirigió hacia donde estaba la mujer, le dio las gracias por salvarle la vida y le dijo.
-Durante muchos días has observado como hilaba y tejía mi telaraña.
Has admirado mi trabajo.
A cambio, por haber salvado mi vida, te daré un regalo.
Sonrió, con la sonrisa especial de las arañas y se apartó hilando mientras se marchaba.
Pronto brilló la Luna sobre la mágica telaraña plateada que se balanceaba suavemente sobre la ventana.
¿Ves como hilo? -dijo la araña-
Mira y aprende, ya que cada telaraña atrapará los "malos sueños".
Sólo los sueños buenos pasaran por el pequeño agujero.
Este es el regalo que te hago.
Utilízalo y sólo recordarás los "buenos sueños".
Los "malos sueños" se quedarán atrapados en la telaraña.
Recibido de Internet.