Según el geógrafo clásico Estrabón, era símbolo de los viajeros que recorren muchos países, por su naturaleza de ave emigrante.
Suponiendo que alimentaba a sus padres durante la vejez, los romanos la consagraron a la diosa Juno, tomándola como símbolo de la piedad filial.
En el cristianismo, es símbolo de piedad, castidad, prudencia y vigilancia.
Se asocio a la Anunciación, porque así como ésta indicaba el advenimiento de Cristo, la Cigüeña anuncia la llegada de la Primavera.
Se supone que la actual tradición norte-europea de que las Cigüeñas llevan a los recién nacidos a la madre, deriva, acaso, de la asociación de este ave con la Anunciación a María.
J.A. Pérez-Rioja.