CURSOS DE TAROT
Lo primero que tenemos que saber si queremos aprender a leer el Tarot, es que las cartas hablan en un lenguaje de imágenes.
Por eso es preciso aprender a pensar en imágenes.
Y si bien es necesario conocer el significado de los símbolos que remiten a conceptos, como el sol o la luna (padre y madre, para todas las culturas), es conveniente anclarse en esta línea de trabajo:
Hay que hablar de lo que se ve en la carta y usar las palabras que son evidentes al contemplarla.
Por ejemplo, en La Estrella vemos a una doncella (como aquellas bañistas del Renacimiento) jugando con agua a orillas de un riachuelo.
Podemos tranquilamente hablar de baño, de limpieza y purificación, de tomar vacaciones o de disfrutar al aire libre.
Luego es posible establecer relaciones con la palabra Estrella, que es el nombre del arcano.
Puede aparecer:
Nació con buena estrella.
Es tiempo de brillar como una estrella.
También es oportuno recordar que en el Tarot Egipcio a esta carta se la llama La Esperanza.
Y que la carta inmediatamente anterior es la número 16, el descalabro de La Torre.
Con esta información uno puede sentir claramente aquello de "después de la tempestad viene la calma".
Por eso, para profundizar en la comprensión de cada carta es muy útil conocer muchas barajas de Tarot. Porque más allá de que cada artista ilustra cada carta a su aire, siempre quiere decir lo mismo pero a la luz de una ideología, mitología o estado evolutivo más o menos elevado.
Esta es la razón por la cual se aprende EL TAROT SIN USAR LA MEMORIA...
Cada uno aporta a la vista un ingrediente esencial para que comprendamos y recordemos para siempre cuál es el misterio de cada carta de Tarot.