El historiador romano Cornelius Tácito, describe el
modo y la dedicación que tenían los antiguos pueblos del norte de Europa, de
consultar su oráculo:
Arrojaban ritual unas piedras , en ellas
figuraban inscritos unos símbolos, siendo interpretado por sus sacerdotes, en
el caso de que la consulta fuese realizada por una comunidad, cuando la
consulta era realizada por la familia sería el patriarca quien interpretaba los
símbolos.
Los orígenes de este misterioso oráculo son tan misteriosos
como la propia estirpe de la que proceden. Los símbolos que incrustaban
eran de lo más diverso, teniendo algunos un parecido con alfabetos
de pueblos orientales o mediterráneos,
En las leyendas nórdicas, nos hablan de cómo fueron
entregadas las runas al dios Odín para entregárselas luego a los seres
humanos Odín, permaneció nueve días colgado de los pies de un mítico
árbol sin recibir alimento, fue un acto de sacrificio, entregó uno de sus ojos
, para poder acceder a un lugar sagrado, junto YGGDRASIL, allí conoció su
intrincado mundo interior , su autentico ser, además conoció los
caracteres rúnicos, toda la sabiduría y espíritu mágico que recogen las
runas.
El desafío de las runas es transmitir el mensaje
que fue desvelado a Odín en su auto sacrificio, mediante el dolor, el
ayuno y la sed, logró conocer el mensaje rúnico , extasiado, bajo del árbol
sagrado, quiso compartir esta experiencia transformadora con dioses
y humanos. Nosotros podemos conseguirlo, sin necesidad de martirizar nuestro
cuerpo, pero sí, evitar la dependencia de él, para lograr
adentrarnos en lo más profundo de nuestro espíritu, introducirnos en nuestro
ser no consciente, en nuestro inconsciente, neutralizar cualquier deseo, y
abrirnos a la experiencia de ser hablados por el lenguaje rúnico. Nos
comunicaran todo lo que está vedado en el conocimiento racional, en el
saber empírico.
Lograremos crear luz donde solo hay oscuridad, del
mismo modo que Odín logro ver a través de sus ojos todos los secretos del
saber, nosotros imitaremos sus pasos de auto sacrificio, pero en esta ocasión,
sacrificaremos la razón y evocaremos el mundo intuitivo, el mundo natural, no
elaborado, pero sí nacido, de la madre naturaleza, la que nos proporciona la
sabiduría suficiente para concluir nuestro camino hacía otra realidad, que no
es otra que nuestra realidad.
El nombre de este singular alfabeto procede de
la raíz run que significa secreto o susurro. Las runas comenzaron a
ser usadas por los pueblos nórdicos en el siglo I o II.
La muestras más antigua se ha encontrado inscrita
en un peine localizado en Visone , en él se puede leerse harja que significa
peine. Otra inscripción del mismo periodo es la encontrada en Meldorf
que data del siglo I..
Según la tradición escandinava las runas fueron entregadas por los dioses a los
humanos para así poder acercarse a ellos mediante su lenguaje mágico (como
vimos con anterioridad fue Odin quien recibió ese don).
En una inscripción en una piedra de Noleby en
Suecia puede distinguirse inscripciones rúnicas que atestiguan ese carácter
divino que le atribuían sus antiguos habitantes sobre el siglo VII d.C.,
también en la piedra de Sparlösa del siglo IX .
Las runas forman un número de 24, dividido en tres grupos de ocho llamados
aettir.
La división en aettir se remonta desde hace unos 2500 años.
La podemos encontrar en unos bracteates hallados
en Vadstena y Grumpan hacia el 500 d. C.
Fue en Islandia, donde se estableció a partir del
870 d. C., estas runas fueron agrupadas en aettir y cada grupo pertenecía a
míticos dioses del panteón escandinavo: Freya, Hagal y Tyr.
Tyr era la deidad preferida por su protección en las batallas, uno de los
bracteates de Sjaeland menciona tres veces a Tyr en una inscripción para dar
suerte a su portador.
Por otra parte el numero tres era un poderoso
numero mágico, junto con el ocho, y el uso de los aettir en el futhark
germánico presupone un uso mágico además de profano de la escritura.
Estos tempranos usos de la división en aettir
demuestran que aunque el nombre pueda ser tardío la práctica en si es antigua.
fehu, uruz,
thurisaz, ansuz, raido, kano, gebo, wunjo,
hagalaz, nauthiz, isa, jera, eihwaz, pertrho, algiz. sowelu.
teiwaz, berkana,
ehwaz,l aguz, mannaz, inguz, othila, dagaz.