EL AURA
El aura Humana es un gran campo
electromagnético que rodea y contiene el cuerpo físico.
Donde se proyectan todas nuestras emociones, el
estado de salud de un individuo, el estado mental y hasta acontecimientos
pasados o futuros. Es un conglomerado de energías, que está compuesto a su vez
de diversos cuerpos sutiles, que ya mencionaremos. Las personas capacitadas con
ciertas facultades pueden verlo y leer en el, particularmente cambia a cada
instante con cada pensamiento o sentir.
Se podría decir que tiene la forma de un huevo
desplegando una variada gama de colores dependiendo exclusivamente del sentir
personal. Cada color es un referente e indicador, donde hablando de colores,
unos tienen vibración más alta que otros.
Este campo nos sirve de protección a la vez que nos
permite la percepción, por situarse en estos cuerpos sutiles e invisibles al
ojo humano los chacras que son vórtices de energía por los cuales implementamos
otra forma de percepción, como de otros “sentidos”. Usualmente contamos con los
habituales de: la vista , el oído etc. , estos a los que nos referimos con
anterioridad al ubicarse dentro del aura nos permite entre otras cosas la
percepción de la energía, de lugares, personas. Etc.
Dependiendo de la vitalidad del sujeto varia la
luminosidad de la misma, pudiendo llegar a ser casi opaca totalmente en casos
de enfermedad grave, las variantes son muchas y la posibilidad de “fugas”
representados como orificios dentro del aura son más normales de lo que se
piensa, percibiéndose como zonas oscuras. De ahí el debilitamiento energético,
el estrés, como también la transferencia emocional de otras personas con las
que interactuamos diariamente.
La importancia del cuidado y el cerramiento del
AURA, puede tener un gran peso a la hora de marcar la diferencia.
Estos campos energéticos en el ser humano
interactúan entre si todo el tiempo, no es necesario la cercanía de otra
persona para que nos afecte ya que su tamaño varía según el individuo pudiendo
extenderse varios metros.
Algunas veces en compañías de ciertas personas
podemos sentirnos agobiados, tristes deprimidos y ni siquiera distinguimos que
no nos es propio, sino que es la transmisión de un campo al otro, en el que nos
hemos quedado con el sentir y el estado ajeno.
Para la protección del mismo, basta con un par de
series de respiración en 4 tiempos preferentemente, donde visualizaremos que
una luz de determinado color (azul, violeta, blanco) nos envuelve y nos protege
durante las próximas 24hs. Decretando que así será.
Lo importante no es si se ha hecho bien del todo
tal o cual indicación, sino que cada ser adopte la forma de protección que le
dé determinada seguridad, “a su manera”…aquello en lo que creamos así es.
Existen otras cosas que nos afectan o de lo que nos
protege cuando un aura es saludable y luminosa, como las larvas astrales,
parásitos que suelen adherirse y vivir a nuestras expensas en lo que a
energía se trata, ocasionando trastornos de toda índole, desde la perturbación
mental hasta una enfermedad. Energías negativas de lugares, entidades de todo
tipo, todo puede afectar e introducirse cuando el aura está dañada.
Es primordial aprender a distinguir cuando es un
estado propio y cuando nos es ajeno, habiendo personas de mucha sensibilidad en
la que solo evocar la imagen de una persona, pensar en ella nos “conecta” con
su energía, pudiendo quedarnos con “su estado interno”.
Al estar todos conectados, cada pensamiento nos
afecta en un sentido positivo o negativo, donde se expande por medio de nuestra
aura “tocando” otros campos en los que habremos de influir.
La forma de pensar, la calidad de los pensamientos,
el sentir, nos afecta tanto a nosotros como a las personas con las que
interactuamos, que a su vez interactúan con otras, generándose una especie de
bola de nieve. A medida que un pensamiento es sostenido en la mente, va
“cargándose” de fuerza y energía que hará que eso que hemos pensado se
manifieste en la realidad, tanto sea bueno o algo que nos sea perjudicial.
Constitución Septenaria
El ser humano está constituido por siete cuerpos o
principios, tres de estos cuerpos forman lo que se llama la “triada superior” y
los cuatro restantes forman el “cuaternario inferior”.
Hablemos del cuaternario inferior que es donde
podemos influir de manera consciente, está compuesto por:
1) Vehículo Físico - es el más denso de los cuatro
y permite la experiencia del espíritu en la materia
2) Vehículo Eterico – es el doble del cuerpo
físico, es una especie de receptor de energías, donde se hayan alojados las
chacras o ruedas que permiten la entrada y distribución de la energía que
tomamos del universo y de la tierra.
3) Vehículo Astral - es el cuerpo de las
emociones, donde se manifiestan y se transmiten.
4) Vehículo Mental – Donde se gestan y habitan los
pensamientos, es el lugar en el que creamos nuestra realidad y la sostenemos.
Estos cuatro cuerpos interactúan y se relacionan
entre si todo el tiempo, ya que a partir de un pensamiento (cuerpo mental)
proporciona un sentir (cuerpo astral) donde toma vitalidad o energía (cuerpo
eterico) para por fin manifestarse en el físico.