DIAMANTE ESOTERICO
Ciertos conocimientos de primordial importancia deben preceder a esta tarea de
eliminación de obstáculos, y son:
a. Que en el cumplimiento del deber inmediato y en la adhesión a las formas más
puras de la verdad hasta ahora conocida, reside el sendero de una mayor
revelación.
b. Que el desapasionamiento es algo que debe ser cultivado, y desarrollada la
disposición a soportar gozosamente cualquier inconveniente, dolores o agonías
temporarios, teniendo en cuenta la gloria futura que disipará las nubes de lo
pasado.
c. Que en la síntesis está el método para obtener la comprensión, y que en la
fusión de los pares de opuestos se alcanza el sendero medio que conduce
directamente al corazón de la ciudadela.
Cuando estas tres cosas controlen principalmente sus puntos de vista acerca de
la vida, el estudiante tendrá la esperanza de vencer, mediante arduo esfuerzo,
los cuatro obstáculos anteriormente mencionados.
Continuando con la consideración de esta regla, nos ocuparemos primeramente de
la relación del alma con la personalidad, especialmente desde el punto de vista
de la meditación y, por lo tanto, de "la luz superior" y
posteriormente de la "proyección hacia arriba de la luz inferior".
Esto también está de acuerdo con la ley del conocimiento esotérico, según la
cual comenzamos por lo universal.
Se debería tener presente que estas reglas son únicamente para aquellos cuya
personalidad está coordinada y sus mentes están siendo gradualmente
controladas. El hombre, por lo tanto, utiliza la mente inferior, la mente
razonadora, mientras que el alma utiliza la mente superior o abstracta. Ambas
unidades trabajan con dos aspectos del principio universal de la mente, y en
este terreno es posible su relación. El trabajo que debe hacer el hombre con su
mente consiste en lograr que sea negativa y receptiva al alma; ésta es su tarea
positiva (observen aquí el empleo de la palabra "positiva", en la
tarea de hacer receptiva la mente, porque en ello reside la clave de la
correcta acción). El trabajo del alma durante la meditación, consiste en hacer
del tema de la meditación algo tan positivo, que la mente inferior pueda ser
impresionada, y el hombre inferior logre así alinearse con el Plan Eterno.
Tratado sobre Magia Blanca.doc, Página 44 de 266Se establece de este modo,
nuevamente, la relación entre una vibración positiva y una negativa, y el
estudio de estas relaciones proporciona mucha información al estudiante, y es
parte de la enseñanza preparatoria para la primera iniciación. Podría enumerar
estas situaciones relacionadas, presentándolas en su relación progresiva en el
sendero de evolución.
1. Relación entre los cuerpos físicos masculino y femenino, que el hombre
denomina relación sexual, considerada de suma importancia en esta época. En el
valle de la ilusión el símbolo absorbe frecuentemente la atención y se olvida
lo que éste representa. Con la solución de esta relación sobrevendrá la
iniciación racial, y de esto se ocupa ahora la raza.
2. Relación entre el cuerpo astral y el físico, que para la mayoría constituye
el control que la naturaleza astral ejerce sobre el físico negativo automático.
El cuerpo físico, instrumento del deseo, es influido y controlado por el deseo
- deseo de vivir físicamente y de adquirir lo tangible.
3. Relación entre la mente y el cerebro, problema de los hombres y de las razas
más avanzadas; el vasto sistema de escuelas, colegios y universidades, indican
su importancia. Se han efectuado muchos progresos en esta relación durante los
últimos cincuenta años, y el trabajo de los psicólogos marca su punto más
elevado. Cuando esto sea comprendido, la mente será considerada el factor
positivo, y los otros dos aspectos de la naturaleza forma responderán
receptivamente. Serán los autómatas de la mente.
4. Relación entre el alma y la personalidad, problema que absorbe la atención
de los aspirantes en la actualidad, porque son los precursores de la familia
humana, los que abren el camino al mundo del alma. De esta relación se ocupan
los místicos y esotéricos.
5. Relación entre los centros que se hallan abajo y arriba del diafragma, o
entre:
a. El centro en la base de la columna vertebral y el loto de mil pétalos, el
centro coronario, en el cual los cuatro pétalos del centro básico se convierten
en los muchos, o el cuaternario se pierde en lo universal.
b. Los centros sacro y laríngeo. Aquí se produce la unión entre las doce
Jerarquías creadoras y el cuaternario, y es visto el secreto de los dieciséis
pétalos del loto laríngeo.
c. Los centros plexo solar y cardíaco, donde el diez del hombre perfecto, en
este sistema solar, se pierde en los doce consumados. Así como el hombre hace
contacto con las doce Jerarquías creadoras (en su aspecto externo creador) y es
el cuaternario perfecto desde el punto de vista de la forma, así en la relación
entre el plexo solar y el cardíaco se perfecciona el segundo aspecto; el amor
del alma puede expresarse perfectamente mediante la naturaleza emocional.
6. Relación entre los dos centros de la cabeza, el ajna o entre las cejas, y el
que está encima de la cabeza. Esta relación se establece y estabiliza cuando el
alma y el cuerpo son una unidad funcionante.
7. Relación entre la glándula pineal y el cuerpo pituitario, como resultado de
lo anterior.
8. Relación entre la mente superior y la inferior, implicando un constante y
acrecentado contacto con el alma. La actitud meditativa del alma se duplica en
los tres cuerpos (mediante el hombre espiritual) y la constante meditación del
alma continúa también en su propio plano. En esta regla nos ocuparemos
principalmente de esto y sus efectos.
Una relación posterior, que de ninguna manera nos concierne, se establece
después de la tercera iniciación, entre el alma y la mónada, estas relaciones
surgirán durante todo el trascurso de la evolución cósmica. Sin embargo, a la
raza, como una totalidad, sólo le incumbe establecer una relación entre el alma
y el cuerpo, y más allá de esto no es necesario ir.
A medida que el hombre trata de controlar la mente, el alma llega a su vez a
ser más activamente prometedora. Hasta ahora el trabajo del Ángel solar se ha
hecho mayormente en su propio mundo, ocupándose de su relación con el espíritu;
el hombre que está pasando por sus ciclos en el plano físico, nada tiene que
ver con esto. El mayor consumo de energía del alma ha sido general y se ha
exteriorizado hacia el quinto reino. Actualmente el Ángel solar se acerca a una
época de crisis y de reorientación. En la historia
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primitiva de la humanidad existió una gran crisis denominada individualización.
Los Ángeles solares, en respuesta a una demanda o atracción de la raza de
hombres-animales (tengan en cuenta esto como un todo), enviaron en esa época
una parte de su energía, que encarnaba la cualidad de "mentalización"
en dichos hombres animales. Fecundaron el cerebro, si así puede expresarse. De
este modo la humanidad fue traída a la existencia. Este germen llevaba consigo
otras dos potencialidades, amor y vida espirituales. Y a su debido tiempo deben
aparecer.
El florecimiento de la mente en los hombres, que tanto caracteriza la era
actual, le señala al Ángel solar una segunda crisis, de la cual la primera sólo
fue el símbolo. Aquello por lo cual existe el Ángel solar hace sentir su
presencia en la humanidad, y se está ejerciendo una fuerte atracción sobre el
Ángel solar, que esta vez traerá una segunda fecundación, lo cual proporcionará
al hombre esas cualidades que le permitirán trascender las limitaciones humanas
y formar parte del quinto reino de la naturaleza, o reino espiritual. El primer
esfuerzo del Ángel solar convirtió a los hombres animales en seres humanos; el
segundo cambiará a los seres humanos en entidades espirituales, además de los
beneficios obtenidos por la experiencia de la familia humana.
El Ángel solar, el alma, se está organizando y reorientando para ello, de modo
que su poder pueda ser redirigido hacia el mundo de los hombres. El alma debe
hacer contacto con el aspecto inferior de su triple naturaleza y con el aspecto
que está alojado en el cerebro del hombre. La actividad inteligente y el amor-
sabiduría deben unirse y la unión efectuarse en el plano físico. A fin de
lograrlo, el alma está entrando en "meditación profunda"
conjuntamente con todas las demás almas que han llevado su instrumento a un
estado responsivo. Ésta es la meditación grupal básica, y cuando el hombre ha
alcanzado lo que los libros orientales denominan "samadhi", ha podido
participar como alma en esta meditación grupal, entrando en ese ciclo de
servicio por medio de la
Jerarquía planetaria. Las mentes racional y abstracta
funcionan como una unidad, y el principio motivador es el amor. El alma, cuando
expresa amor e inteligencia abstracta, se unifica con su expresión en el plano
físico mediante el cerebro, y cuando esto sucede, el hombre inferior ha
sincronizado su meditación con la del alma.
Tal es el objetivo de nuestra tarea. Recuérdenlo y procuren hacer cualquier
esfuerzo por llevar la mente y el cerebro a una condición de actividad tal, que
el hombre salga de su propia meditación y (perdiendo de vista sus propios
pensamientos) se convierta en el alma, el pensador en el reino del alma.
Algunos quizá consideren nueva la idea de que el alma se está organizando para
el esfuerzo, reorientando sus fuerzas y preparándose para un nuevo y poderoso
impulso, lo cual es verdad. Todas las formas de vida bajo las fuerzas de la
evolución pasan de una iniciación a otra, y el alma no está exenta de este
proceso. Así como el alma del hombre animal se unió con otro principio divino,
y de esta manera produjo el cuarto reino de la naturaleza, así el alma de la
humanidad está tratando de hacer contacto con otro aspecto divino. Cuando se
efectúe este contacto, el reino de Dios aparecerá en la tierra; el plano físico
se transformará y llegará ese período especial representado simbólicamente bajo
el término milenio.
Los Conocedores de Dios de dicha época, predominarán sobre aquellos que
simplemente aspiran a ese conocimiento, y su contacto y los resultados de la
fuerza que trasmiten, se harán sentir en todos los reinos de la naturaleza. El
dominio sobre todas las formas y el poder de actuar como trasmisores de esa
energía espiritual que llamamos amor, son la recompensa prometida a los
triunfantes Ángeles solares, y la preciada meta de su trabajo de meditación.
Los Hijos de Dios, en plena encarnación, triunfarán sobre la tierra y traerán
luz (y por lo tanto vida) a todas las formas manifestadas. Ésta es la
"vida más abundante" de que habla Cristo. Es la realización de quien
verdaderamente ha alcanzado el verdadero Nirvana, vive en una meditación
ininterrumpida en el reino espiritual y, sin embargo, puede trabajar en la
tierra. El trabajo de iniciación permite al hombre vivir siempre en el centro,
pero debe actuar como distribuidor de la energía divina en cualquier sentido y -
después de las últimas iniciaciones - en todas direcciones.
Al considerar la siguiente regla, nos ocuparemos del trabajo de la "luz
menor", el hombre en el plano físico. Yo, que he llegado a comprender algo
de la vida del Ángel solar, procuro asegurarles a mis compañeros peregrinos que
las cosas pasajeras de los sentidos son sólo trivialidades, y no tienen valor
alguno comparadas con las recompensas que recibirá aquí y en esta vida, el
hombre que trata de fusionar su conciencia cotidiana con la de su propia alma.
Entonces penetra en la comunidad de las almas y ya no está solo. Los períodos
de soledad son únicamente el resultado de una errónea orientación y del
aferramiento a aquello que oculta la visión y colma las manos en tal medida,
que no puede apoderarse de lo que se ha denominado la "joya en el
loto".