Ha sido considerada desde la Antigüedad como la más apreciada de las calcedonias, no sólo por sus hermosas bandas de color sino también porque protegía de la adversidad y los venenos y propiciaba los encuentros amorosos.
Existen muchas variedades:
ágata de encaje, que mitiga el dolor emocional, combate el insomnio y potencia el sistema inmunológico;
Agata de fuego, que abre y fortalece los chacras del Bazo y del Plexo solar, imprime energía sexual y ayuda a sanar la diabetes;
Agata de Botswana, que potencia la creatividad y la espiritualidad, favorece la meditación y equilibra el sistema neurovegetativo;
Agata musgosa, que protege los órganos sexuales, aporta energía y regula la producción de adrenalina.
El ágata, en general, tiene efectos beneficiosos sobre el ambiente por su capacidad para purificar y recargar energía.
Existen muchas variedades:
ágata de encaje, que mitiga el dolor emocional, combate el insomnio y potencia el sistema inmunológico;
Agata de fuego, que abre y fortalece los chacras del Bazo y del Plexo solar, imprime energía sexual y ayuda a sanar la diabetes;
Agata de Botswana, que potencia la creatividad y la espiritualidad, favorece la meditación y equilibra el sistema neurovegetativo;
Agata musgosa, que protege los órganos sexuales, aporta energía y regula la producción de adrenalina.
El ágata, en general, tiene efectos beneficiosos sobre el ambiente por su capacidad para purificar y recargar energía.
En forma de geoda, da paz a los espacios.
A nivel terapéutico, estimula el sentido del oído, los protege de infecciones, calma el dolor de estómago y evita las náuseas.