La Mariposa, que se ve atrída hacía la luz, era, entre los antiguos, el emblema del alma.
El símbolo birmano del alma o psiqui era la Mariposa.
En Grecia, la diosa Psquis se reprentaba generalmente por las alas de la Mariposa.
En la teoría psicoanalítica de los sueños, la Mariposa refleja profundas transformaciones psiquicas y una evidente evolución espiritual.
En los blasones heráldicos -representada de frente, con las alas extendidas- es emblema del corazón enamorado o de amistad generosa.
En la simbología religiosa aparece en los cuadros de la Virgen y el Niño, significando la Resurección de Cristo y, en sentido más general la de todos los hombres.
Tal significación deriva de sus tres estado (oruga, crisálida, mariposa), claros símbolos: de la vida, la muerte y la resurección.
Del Libro Símbolos y Mitos
J. Antonio Pérez-Rioja