SI BUSCAS LA PAZ INTERIOR

SI BUSCAS LA PAZ INTERIOR…
… REPITE CONMIGO
OM, OM, OM
ESTRÉS INSONMIO, ANSIEDAD… SI LE CUESTA DESCONECTAR, QUIZA ORIENTE TENGA LA RESPUESTA, LE CONTAMOS QUE PUEDEN HACER POR UD. DESDE EL YOGA HASTA LA MEDITACION TRASCENDENTAL.
(Frand Ochmann)
“Mante la cabeza erguida para abrir tu mente“, dice una de las diez reglas básicas del taichi, una técnica que es una especie de compendio entre artes marciales, filosofía y programa de relajación. Mantén los hombros relajados y los pies juntos, mientras intenta conseguir la armonía interior.

Así podrá ejecutar luego “La aguja en el fondo del mar”. “Separar la crin del caballo salvaje” o “Rechazar al mono”. En realidad estos movimientos de la escuela china, con sus nombres poéticos, debían servir para fortalecer los músculos de la espalda.

Pero el taichi vale para mas cosas. Vuelva a sentirse conectado a la tierra, y preparado para afrontar el estrés del trabajo diario. La mayoría de las étnicas de relajación tiene un trasfondo espiritual, pero eso no tiene por que asustar a nadie. Desde hace algún tiempo se han creado versiones de estos métodos de meditación vaciadas de su sentido cosmogónico y, por tanto, validas para cualquiera al margen de sus creencias.
Uno de los términos mas importantes en la practica de la meditación es la palabra “atención”. Tras ella se oculta toda una teoría que aunque parece sencilla, esta corroborada por la neurología, se trata de percibir la corriente de pensamientos internos, sentimientos y estímulos corporales que fluyen incesantemente a través de nosotros.

Y que fluye, además aunque no nos demos cuenta. Si quiere percibirlos, solo debe sentarse tranquilamente a la orilla de ese río interno, respirar profundamente y prestar atención. Esa atención la lograra adoptando tal o cual postura o mediante ejercicios de respiración, según la técnica milenaria que elija.
Para utilizar estos “ejercicios de atención”, tan extendido ahora en occidente, en su propio beneficio, no basta con abrir los ojos y los oídos del inconsciente y sentarse a ver una especie de televisión del espíritu. Los ancianos maestros insistían en que no hay que descartar ni reprimir nada de antemano.

Cada pensamiento, cada sentimiento, debe cobrar forma, expresarse, pero también retomar libremente su camino. Para las mentes mas racionales, esta afirmación solo significa que durante esa “observación” no hay que analizar, categorizar o procesar nada con el fin de guardarlo en una especie de archivador espiritual.
Ahí precisamente reside la dificultad para el occidental. Funcionamos de otra manera, con un “espíritu principiante”, como decía Shunryu Suzuki, el maestro Zen muerto en 1971 y que dio a conocer en Occidente la técnica de meditación de estar simplemente sentado,
De XL Semanal de ABC