Emblema de la Dignidad, Fuerza y Poder.
En el Antiguo Egipto el Toro era el símbolo de Osiris, el Donante de Vida, el Primer Padre, en contraste con el otro Osiris, el Donador de Luz.
Es en este sentido en el que el Toro se convierte en el símbolo de las influencias terrenales y como tal es empleado en la Astrología (Tauro), aunque, por ser siempre paciente, laborioso y tenaz, también sea favorable para los obreros.
En otros credos primitivos, se menciona constantemente al Toro y siempre bajo el mismo punto de vista en que fuera temido por los egipcios.
Fue símbolo de Baal y de Osiris, disfrazándose Júpiter repetidas veces bajo la apariencia de un Toro.