LA TABULA SMARAGDINA DE HERMES TRIMEGISTOLa Tábula smaragdina es, sin lugar a dudas, uno de los documentos más misteriosos de la historia de la alquimia:
Es verdad, sin mentira, ciertamente, es verdad.
Lo que está debajo es como lo que está encima, y lo que hay debajo es como lo que hay encima, todo nació de una cosa única gracias a la adaptación.
El Sol es su padre. la Luna es su madre, el Viento la ha llevado en su vientre, la Tierra es su sustento.
El Padre de todo, el Talismán del mundo entero está aquí.
Su fuerza o poder es completo si se convierte en tierra.
Tú separarás la Tierra del Fuego, lo que es fino de lo que es grueso, suavemente y con gran dedicación.
Eso sube de la Tierra al Cielo y vuelve a bajar a la Tierra para recibir la fuerza de las cosas superiores e inferiores.
De esta manera tú recibirás la Gloria del Mundo entero y, gracias a ella, la oscuridad se alejará de ti.
Es la fuerza poderosa de toda fuerza; llegará al final de cualquier cosa pequeña y penetrará en cualquier cosa sólida.
Así es como se creó el mundo.
De ahí es de donde vendrán adaptaciones maravillosas, cuyo método está aquí.
Es la razón por la cual se me ha llamado Hermes Trimegisto, ya que tengo las tres partes de la filosofía del mundo entero.
Hemes Trimegisto es el autor de esta obra singular que los especialistas en Ciencia Sagrada siguen considerando hoy como la experiencia más viva del Conocimiento, expresada en un lenguaje únicamente accesible a los iniciados.
El primer punto de esta Tabula smaragdina dice que en la base de todo está la unidad, valor fundamental al que se refiere la armonía entre el micro y macrocosmos.
En "mensaje" de la Tabula smaragdina de Hemes Trimegisto es, pues, una invitación a la reflexión a través de un itinerario simbólico que conduce a un saber antiguo, escrito con un lenguaje simbólico que ha permanecido intacto con el paso del tiempo.
Evaluar este texto a partir de los conocimientos científicos y dialécticos más usuales sólo acarrea frustración, ya que las claves son "otras. Los patinazos de sentido y las analogías, a menudo excesivas, no "comunican" sino que "hacen alusión": la conexión entre teoría y experimentación no inmediata.
El objeto descrito no es siempre el mismo, es otro, de la misma manera que su forma no siempre se define. La vida de los elementos intenta fundirse con la del ser (hoy se hablaría del inconsciente), y propone un discurso ininterrumpido entre la forma y la esencia de las cosas.
El mensaje del Conocimiento desemboca, a veces, en desviaciones del camino por medio de las cuales se intenta acceder a la dimensión más alta del saber.
El "lenguaje de Dios", pasa efectivamente por la metáfora creada por el hombre; pero lo sagrado tiene un lenguaje, atávico, natural, y aunque se exprese por medio de símbolos, alcanza directamente su objetivo evocando un patrimonio inscrito en nuestro interior, alimentando la búsqueda continua e infatigable de lo cotidiano, donde espacio y tiempo tienen connotaciones totalmente opuestas a los prejuicios positivistas.
M. Centini.
