DEDICADO A MI MAMA
EL ÁNGEL DEL CONSUELO
En los peores momentos de nuestra vida, cuando pensamos que no hay ayuda posible, siempre hay un ángel que nos da la mano, nos consuela y nos hace andar.
Aparece esta hermosa energía de luz cuando estamos perdidos dentro de nosotros mismos, cuando el ahogo de nuestro pecho no deja pasar el aire y todo es abatimiento y desaliente, todo es oscuridad en esos momentos tristes de nuestra vida, no vemos la salida.
Atraviesa nuestro corazón parando todo entendimiento.
Pero una mañana nos levantamos mejor.
El Sol que nos ilumina es cálido.
Y, de pronto, todo se ha transformado.
Parece que, de repente, Dios nos ha toado y ha venido a visitarnos un ángel.
Él nos haya traído las ganas de vivir, la suave mano del CONSUELO.
Nos hemos abierto al día y a la noche.
Nuestro dolor va desapareciendo.
Los miedos salieron de nuestra alma y, como un río que empieza a correr, hemos empezado la vida.