Diosa egipcia, madre, esposa, mujer fecunda, que con sus lágrimas aumentaba el curso del Nilo y hacía que se desbordase para procurar bienestar a los hombres.
Su alma vivía en la Estrella Sirius, que, brillando en el cielo matutino del solsticio de verano, advertia a los egipcios que faltaba poco para la inundación.
Los extranjeros que visitaban Egipto reconocían en ella los atributos de sus propias divinidades, pero Isis era superior a todas las demás.
Sobre el pedestal de una de las estatuas que la representaban aparecían inscritas las siguientes palabras "Soy todo lo que fue, que es, que será; ningún mortal conseguirá jamás descubrir lo que se oculta bajo mi velo".
A través de las palabras de Apulé nos ha llegado una descripción muy precisa de la diosa: "Isis tiene una larga trenza que corona su cabeza y representa la influencia de la luna en el crecimiento de las plantas y las cosechas; unas espigas adornan su cabellera porque fue ella quien enseñó a los hombres el medio de cultivarlas y recolectarlas; lleva el pelo enrollado alrededor de una esfera que representa el mundo; bajo esta, una guirnalda de flores expresa la influencia de la diosa en el mundo vegetal; dos serpientes completan su tocado e indican el camino de la luna y su influencia en los nacimientos; una parte abundante del cabello le cae sobre los hombros, símbolo de fecundidad; lleva sobre la espalda un hábito con todos los colores de la luna, que indica que, al principio de todo, enseñó a los hombre el poder curativo de las plantas; en su mano izquierda, sostiene un cubo pequeño, que simboliza la inundación del Nilo, y en la derecha, un sistro, instrumento de música que sirva para ahuyentar a los demonios.
Sobre el regazo aparece una media luna cuyos rayos hacen que la tierra sea fecunda; tiene el pie derecho sobre la tierra firme y el izquierdo en el agua porque es la protectora de todos los elementos".
Muchos de los atributos de Isis pasaron a la Virgen en el culto cristiano; al igual que aquella, la Virgen es inmaculada, mater domina (madona), stella maris y patrona de los navegantes.
Los magos, siguiendo a Plutarco, identificaron a Isis con el alma del mundo, que lo regía conforme al orden de la Providencia divina.
Hay un grabado del siglo XIII que representa el alma del mundo que entronca directamente con representación de Isis; cabellos largos, un pie en el agua y el otro sobre la tierra firme; la luna en el regazo.
Isis reapareció durante la Revolución Francesa: Robespierre levantó el velo que recubría una estatua que representaba a la diosa y que entonces llevaba el nombre de Razón.
Mirella Corvaja